20 de Junio 2004
Introducción
"Un signo del zodíaco es algo mucho más profundo que una mera lista de cualidades de conducta, es un mito, un esquema o plan que puede aludirse con una historia, un patrón de desarrollo, un tema arquetípico. En el dominio de cada signo astrológico moran diferentes caracteres míticos y se representa un drama, a veces trágico, en otras cómico, pero siempre teleológico. Estoy convencido de que estos relatos configuran el esqueleto del patrón individual de desarrollo y son experimentados como destino porque la historia nos acompaña desde el momento del nacimiento y simplemente espera el momento de manifestarse encarnándose en las experiencias, elecciones conscientes y percepciones del individuo.
En un determinado momento de su vida un hombre puede verse atrapado en el drama de Perseo luchando con la terrible Gorgona en la adolescencia, ntentando rodear la casa materna y abrirse camino en la vida, en otro momento puede estar representando la comedia libertina de Zeus, peleando con su enfurruñada y celosa esposa, puede tener que luchar contra la Gorgona en un intento de superar el estancamiento que le liga a una madre-esposa y que impide que su espíritu interno siga libre su camino, puede parecerse a Penteo, enloquecido por el dios Dionisos, o a Teseo retornando victorioso de su lucha contra el Minotauro para encontrar que su padre se ha quitado la vida en el momento de la hazaña de su hijo.
La astrología, con sus doce signos zodiacales y sus diez cuerpos celestes está imbricada con los dramas de los diferentes mitos y sugiere, como dice Jung, que todos los mitos están en nuestro interior, algunos más dominantes que otros, otros bajo el aspecto de "mundo externo", y que todos entretejen el trasfondo del esquema individual de nuestro destino."
L.G.
Comentarios